jueves, 30 de agosto de 2012

Estupidez de importación


Parece que a los grandes celebros televisivos patrios se les están agotando las ideas, por lo que empiezan a importar formatos frescos, originales y de profundo contenido.
En breve podremos disfrutar de “Gandia Shore”. Menos mal, por fin conseguiremos tener nuestro propio “Shore”. Que envidia cuando veía a esos chicos norteamericanos, convertidos en iconos de la juventud USA. No podía menos que indignarme, pensar “con el talento que tenemos en nuestro país para un programa como ese, chicos y chicas dispuestos a cualquier cosa por dinero y convertirse en famosos, poder demostrar al mundo los estúpidos que pueden llegar a ser, y no hay nadie valiente que les de una oportunidad, como está el tema del paro”.
Admito que me equivoqué, que fui débil, dudé de la tele, algo que nunca se debe hacer, en el país de 13 entregas de Gran Hermano, Supervivientes, Hotel Glam, Sálvame y Mujeres, Hombres y Viceversa.
Por lo que he leído, ya se han producido los primeros incidentes, escándalos, broncas, borracheras y denuncias. No esperaba menos de nuestros chicos. Auguro una temporada apasionante con su estreno en MTV. No podía ser en otra cadena, la que nos regala perlas como “Madre a los 16”, “Gordos XXL” o el propio “Jersey Shore”.
Yo apuesto por los nuestros, fijo que nadie nos gana en vulgaridad, simpleza y chusquería. Que el futbol no es lo único que se nos da bien. En el campo de los iconos basura, tenemos figuras de talla mundial, como nuestra “princesa del pueblo”, la incomparable Belén Esteban. Por suerte, su ejemplo ha tenido una gran influencia en nuestra juventud y miles de chicos y chicas desean seguir su ejemplo, tomar su relevo en el futuro.
Para ser justos, debo decir que este verano he podido comprobar que grupos de jóvenes pasaban horas hablando de la final de “Hombre, Mujeres y Viceversa” como tema monográfico, su máxima ilusión era ir a una discoteca a ver a algunos tronistas en persona, lo más grande del verano para ellos. Y otros de la misma edad a los que les gusta leer, hablar de música, que ven los canales de películas de la TDT y que cuando hacen zapping, se saltan Tele5.
La televisión siempre ha sido un elemento de consumo entre los jóvenes, lo sé de buena tinta porque yo he sido joven hace un tiempo y le echaba bastantes horas. No es un invento maléfico, el error está en el uso que hagamos de él, en el mensaje que las cadenas quieran enviar.
No estigmaticemos a la juventud, no los empaquetemos a todos en la misma bolsa. Es una generación con un gran potencial, ayudemos a estimularlo, a plantearles retos que no se basen en “con cuánta gente puedo acostarme y qué puedo sacar por ello”. Ustedes también, señores Consejeros Delegados de canales de televisión preocupados por la audiencia.

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