jueves, 30 de agosto de 2012

Estupidez de importación


Parece que a los grandes celebros televisivos patrios se les están agotando las ideas, por lo que empiezan a importar formatos frescos, originales y de profundo contenido.
En breve podremos disfrutar de “Gandia Shore”. Menos mal, por fin conseguiremos tener nuestro propio “Shore”. Que envidia cuando veía a esos chicos norteamericanos, convertidos en iconos de la juventud USA. No podía menos que indignarme, pensar “con el talento que tenemos en nuestro país para un programa como ese, chicos y chicas dispuestos a cualquier cosa por dinero y convertirse en famosos, poder demostrar al mundo los estúpidos que pueden llegar a ser, y no hay nadie valiente que les de una oportunidad, como está el tema del paro”.
Admito que me equivoqué, que fui débil, dudé de la tele, algo que nunca se debe hacer, en el país de 13 entregas de Gran Hermano, Supervivientes, Hotel Glam, Sálvame y Mujeres, Hombres y Viceversa.
Por lo que he leído, ya se han producido los primeros incidentes, escándalos, broncas, borracheras y denuncias. No esperaba menos de nuestros chicos. Auguro una temporada apasionante con su estreno en MTV. No podía ser en otra cadena, la que nos regala perlas como “Madre a los 16”, “Gordos XXL” o el propio “Jersey Shore”.
Yo apuesto por los nuestros, fijo que nadie nos gana en vulgaridad, simpleza y chusquería. Que el futbol no es lo único que se nos da bien. En el campo de los iconos basura, tenemos figuras de talla mundial, como nuestra “princesa del pueblo”, la incomparable Belén Esteban. Por suerte, su ejemplo ha tenido una gran influencia en nuestra juventud y miles de chicos y chicas desean seguir su ejemplo, tomar su relevo en el futuro.
Para ser justos, debo decir que este verano he podido comprobar que grupos de jóvenes pasaban horas hablando de la final de “Hombre, Mujeres y Viceversa” como tema monográfico, su máxima ilusión era ir a una discoteca a ver a algunos tronistas en persona, lo más grande del verano para ellos. Y otros de la misma edad a los que les gusta leer, hablar de música, que ven los canales de películas de la TDT y que cuando hacen zapping, se saltan Tele5.
La televisión siempre ha sido un elemento de consumo entre los jóvenes, lo sé de buena tinta porque yo he sido joven hace un tiempo y le echaba bastantes horas. No es un invento maléfico, el error está en el uso que hagamos de él, en el mensaje que las cadenas quieran enviar.
No estigmaticemos a la juventud, no los empaquetemos a todos en la misma bolsa. Es una generación con un gran potencial, ayudemos a estimularlo, a plantearles retos que no se basen en “con cuánta gente puedo acostarme y qué puedo sacar por ello”. Ustedes también, señores Consejeros Delegados de canales de televisión preocupados por la audiencia.

viernes, 20 de julio de 2012

Grandes amigos de los ciudadanos. Bancos

El gran sueño de cualquier adulto, lo que le convierte realmente en tal, es independizarse. Y en este nuestro país, eso significa comprarse un piso.
Gracias a Dios, es una tarea sencilla y placentera, porque hemos sido bendecidos con las entidades financieras.
Cuando te presentas en una sucursal, sea del banco que sea, cargado de proyectos y sueños, ellos, como un buen padre, te devuelven al mundo real, con sus hipotecas de 35 años y sus cláusulas leoninas, esas de letra pequeñita que tantas alegrías proporcionan. Pero para que no sea tan duro el trago, lo adornan con alguna mentira piadosa como “No importa que con tu sueldo no sea suficiente para cumplir nuestras exigencias abusivas, tus padres firman este avalcito, que no es nada, una tontería y todo solucionado. No te preocupes, porque a ellos esto no les afecta, no se van ni a enterar”.
Hasta que un día aciago a tu pareja y a ti, por esos avatares del destino, os despiden, con lo que no podéis hacer frente a los 32 años que aún os quedan de hipoteca.
Entonces vuestro amigo el banco, no es tan guay, tan comprensivo, es más padre: “jovencitos, si no podíais hacer frente a una hipoteca de 300 mil euros por un pisito de 60 metros y 2 plazas de garaje, no tendríais que haberos comprometido, aunque os dijéramos que lo hicierais. Los adultos deben cumplir sus compromisos”. Por mucho que pidan, supliquen, lloren, el banco es inflexible, por su bien claro. Hablando de padres, a ellos también les toca afrontar las consecuencias, responder con su casa.
Porque esa idea loca que mantienen todos esos rojos, la “dación en pago”, no es una opción. Que la deuda que tienes con el banco por tu casa, la liquides devolviéndoles la casa, sin tener que seguir pagando la hipoteca de una casa que ya no disfrutas, es una estupidez. Todo el mundo sabe, que una casa no vale nada.
Pero llega un día en que los bancos, por su excelente gestión y transparencia quiebran. Entonces van a pedir ayuda a papa Estado y este les dice “ya sois mayores para saber que los adultos deben hacer frente a sus acciones, no podéis pretender que después de una gestión inepta y posiblemente ilegal, os ayude con el dinero de toda esa gente a la que le sacáis la sangre, no, no, no”. Los bancos dicen “vale, que si papa, que soy un desastre, pero afloja la pasta, que nuestros consejeros se tienen que jubilar y estamos tiesos”. Y papa Estado que es muy blando, les da su paga.
¿Aprenden la lección?. Por supuesto que no. ¿Utilizan ese dinero para ayudar a reactivar el crédito?. Ni de coña. Dejan de dar créditos a todas esas personas que aspiran a cumplir su sueño, para dárselo a sobrinos, primos, hijos y familiares de los directivos o como regalo millonario de jubilación.
Pensar que hay gente que os critica, os tacha de usureros y mentirosos. Desagradecidos.

Grandes amigos del ciudadano. Políticos

Ya lo sé, es un argumento demagógico, fácil y populista, más en estos días, pero por desgracia no deja de ser cierto.
Es independiente del carnet, tendencia o color. Me gustaría decir lo contrario, pero a día de hoy, los políticos son intercambiables, se han igualado, por abajo.
Unos, en el Gobierno aplicando recortes brutales, puede que necesarios, explicándolos mal, en algunos casos venciéndolos como si fueran castigos merecidos por algunos colectivos, como si nos hubiéramos portado tan mal, que debemos quedarnos sin merendar y sin ver la tele una semana.
Pero la reforma del sistema bancario del que tanto se hablan, pues poco o nada. Una medida que a mí, absoluto ignorante, me parece de sentido común, la dación en pago, o lo que es lo mismo, si no puedes pagar tu piso te quedas sin piso, pero también sin deuda, parece ser que es una barbaridad, irracional, por lo que no se puede aplicar.
La reforma de la Administración Pública, como que tampoco se ha hecho muy a fondo. No hablo de los recortes a funcionarios de carrera, sino de suprimir (un verbo nada utilizado en política, en segundo lugar después de dimitir), miles de cargos, que están, pero no se sabe para qué, aunque si por qué, por amiguismo, que van rotando según cambie el Gobierno, pero a nadie se le ocurre eliminarlos.
Otros, en la oposición, llamando a la protesta general, vociferando que luchan por nuestro bien, por nuestros derechos, los mismos derechos que no han defendido los 4 años anteriores. Porque parece que esto de la crisis se ha producido por generación espontánea. La señora Elena Valenciano mantiene que el PSOE no es responsable de esta situación. Claro, antes de las elecciones todo era genial, vivíamos en un país de caramelo, con calles de chocolate, pleno empleo, prosperidad y alegría.
Señora Valenciano, no somos estadistas, políticos de carrera, con sólida formación y preparados, como ustedes, pero tampoco somos tontos.
Eso sí, en lo fundamental, lo esencial para el país, están todos de acuerdo.
No investigar lo de Bankia demasiado, ya que todos tienen amiguitos consejeros, que firmaban papelitos y cobraban. Todos, PP, PSOE, IU, sin olvidarnos de nuestros amigos los sindicatos.
Todos los demás critican a la señora Fabra (lamentable actitud, indigna de un parlamentario, es más indigna de una persona adulta), pero sí lo mismo lo hubiera hecho uno de su partido, se hubieran comportado exactamente igual que lo ha hecho el PP: negando la evidencia, “no es lo que parece, no quiso decir eso, se ha tergiversado, todo el mundo se equivoca”. Podéis haceros los indignados y clamar por los derechos de los trabajadores, pero sabemos que únicamente buscáis votos.
No recortar vuestros privilegios ni sueldos, bueno un poquito sí, pero no mucho, vamos menos que el resto.
¿En serio tenemos que creernos que alguno de vosotros sois la Gran Solución, el “todos son malos menos yo, oiga, le relanzo el país, baratito, baratito”?.
Lo mismo soy el único, pero os veo a todos del mismo color, gris mediocre.

miércoles, 18 de julio de 2012

Carlos Fabra, el Hombre

Al hablar la semana pasada de mi querida Andrea Fabra, a la que ahora me une una entrañable admiración, quise informarme antes de dedicarle un post y en esa tarea me acerqué a su entorno, comprobando que su trayectoria no es algo casual, al estar rodeada de dos políticos de altura: su marido, el señor Güemes, superconsejero de Esperanza Aguirre, cargo que abandonó por “motivos profesionales” y su padre, Carlos Fabra, Ex-Presidente de la Diputación de Castellón, estadista, pensador y muchas más cosas. No he podido evitar dirigirme hoy a papi.
No soy digno de glosar la figura del Excelentísimo Don Carlos Fabra, símbolo del excelso nivel político que ha disfrutado este país en los últimos 25 años, pero a pesar de ello, me atrevo a tal insolencia.
Hablar de Don Carlos, supone hablar de muchos hombres distintos contenidos en uno solo.
El Presidente de la Diputación, durante 22 años, con el apoyo mayoritario en las urnas (esas cosas que generan dudas sobre si la mayoría siempre tiene razón o si el populismo está pasado de moda en pleno siglo XXI). Ese electorado, fiel, que conoce las grandes virtudes de Don Carlos, su carisma, su elegancia, su porte siciliano, no ha prestado atención a minucias, como las diversas condenas por delitos fiscales, todos delitos que han prescrito, que es lo importante realmente. En la actualidad tiene varios procesos abiertos por temas de corrupción, pero Dios es generoso y siempre libra a los buenos.
Máximo responsable de Aerocas, sociedad que dirige el aeropuerto de Castellón, sin suda la gran obra de el Don Carlos Presidente, por la irrisoria cantidad de 300 millones de euros, inaugurado por Camps, el President más elegante, que seguro que algún día acaban utilizándolo, como aeropuerto o como parque temático que es muy de la zona. Pero lo importante lo tiene, una escultura recién coronada con un avión, de 300 mil eurillos de nada.
Hombre afortunado, pues no hay en el país nadie que tenga tanta suerte con los juegos de azar, ni tampoco que la merezca tanto como él, todo hay que decirlo. Me confirman que hace dos días comentó: “me duele el codo derecho, eso es que me va a tocar la Lotería”. Hubo oleadas de personas que acudieron a la administración en la que siempre compra Don Carlos y allí les confirmaron que hace meses que no le han vendido un décimo. Aún más milagroso, le toca sin comprar. Algunos envidiosos dicen que la escultura del aeropuerto, realmente está hueca y la utiliza como hucha para guardar el dinero de la Lotería, falacias.
Como padre, lo que le hace más grande aún, defendiendo con pasión y amor a su hija, abrazándola con ternura y ensalzando sus “valores éticos y responsabilidad social”. Me confirman que cuando uno de sus asesores le explicó el significado de las palabras “ética” y “responsabilidad”, le dio un ataque de risa.
Don Carlos, solo espero que algún día tenga el privilegio de encontrarme con usted frente a frente y si la emoción me lo permite, decirle lo que pienso de su persona.

viernes, 13 de julio de 2012

Carta abierta a Andrea Fabra

Querida Andrea:
Al contrario de la mayoría de los españoles, que hoy reprueban tu actuación en el Congreso, yo lo entiendo. No fue más que un acto reflejo, un impulso irrefrenable, llevada por una justa indignación.
Entiende que no todos hemos tenido tu suerte. Poder llamar “papa” a uno de los mayores ejemplos de conducta política intachable, cuya gestión en la Diputación de Castellón debería ser materia de estudio en todas las facultades de Ética y Derecho del país.
No tengo los datos oficiales, pero creo que sería muy difícil encontrar en toda España, un político con mas condenas por delitos fiscales, todos ellos prescritos eso sí, algo que para él supone un triunfo personal. Con procesos aún abiertos, por tráfico de influencias y cohecho, de los que seguro que saldrá libre, ya que además es un hombre de enorme suerte, el político al que más veces le ha tocado la lotería, incluso cuando no jugaba. Con episodios “dudosos”, como el aeropuerto de Castellón, ese que costó 400 millones de euros, donde no ha aterrizado un avión.
Y todo esto, manteniendo el cariño de sus votantes y compañeros de partido, como el señor Camps, otro ejemplo de honorabilidad, Rita Barberá o el propio Rajoy que no han escatimado en elogios hacia él.
Con esta referencia, entiendo tu visión de la política, basada en el esfuerzo, la honestidad y la transparencia. Tú más que nadie, sabe lo que significa la política, por la vocación de servicio público que dejaste muy clara deseando lo mejor para ese grupo minoritario de españoles, llamado parados.
Tienes razón, en vez de pedir tanto subsidio y tanto empleo digno, que se lo busquen como has hecho tú y toda tu familia. Ay, si hubiera 5 millones de Fabras, este país estaría  a la cabeza, no de Europa, sino del mundo, o incluso de la galaxia.
Es más, creo que fuiste muy blanda ayer. Los parados deberían ser solo los primeros, tendríais que ir más allá. A por los jubilados que no hacen más que pedir medicamentos y atención, como si trabajar toda su vida les diera algún derecho. A por los padres con niños pequeños, que exigen compresión y ayuda de la Administración, seguro que tú tienes niños y no vas pidiendo ayuda a nadie, te apañas con el personal de servicio de tu modesto hogar.
Quiero que sepas, que cada vez que desde tu escaño grites y celebres cada recorte, estaré pensando en ti. Y seguro que no seré el único.

miércoles, 11 de julio de 2012

La Trituradora

Puedo hacer esta promesa con toda tranquilidad, porque nunca se hará realidad. Si un día soy famoso, no ficharé por Tele5.
A pesar de su excelente programación, diversa, sensible, familiar, entrañable. Sus productos de calidad, de cuidada producción, con profesionales preparados, de intachable ética. Su implicación social y humana. Su desinterés absoluto por la audiencia, quiero decir por los datos de audiencia, claro.
Pero es que es una cadena un poquitín gafe.
Solamente así se puede entender lo que le está pasando a esa gran presentadora, actriz, modelo y mujer cañón: Pilar Rubio.
No es normal que después de su excelente trayectoria en la Sexta, donde demostró que no era un reclamo cárnico (lo de ser varias veces la mujer más deseada de España en FHM es algo casual, sin relación con los modelos con los que aparecía en pantalla), que auguraba una carrera meteórica hasta llegar a lo más alto, ser la nueva Ana Rosa Quintana, o aún más allá,  la nueva Maria teresa Campos, atraviese unos momentos tan difíciles.
Ella no tuvo la culpa de que Operación Triunfo no resultase todo lo bien que se podía esperar. Desplegó todo su desparpajo, su naturalidad, sus tablas ante las cámaras. Los chicos demostraron estar dotados de un gran talento, al nivel de Bisbal o Rosa (aprovecho para decir que el nuevo look de Rosa, me parece divino y su último disco, incomparable, exitazo fijo, de 700 copias no baja).
Piratas era una excelente serie. Un argumento nuevo, original, actores en su madurez interpretativa, bordando sus papeles con una exhibición de contención y escenas de acción que no tienen nada que envidiar a los grandes estudios de Hollywood. Pilar estaba espléndida, incluso cuando salía vestida, nunca se vio una pirata igual.
Su última desilusión, Todo el Mundo es Bueno, cumplía todos los requisitos para convertirse en la alegría del verano. Gente humillándose por dinero, un público ávido de sangre y José Corbacho. Una copia de Tú sí que Vales, que es un éxito contrastado. Sin embargo, a las 3 semanas lo han cancelado.
En resumen, que no, que me niego, aunque me ofrezcan un cheque en blanco, una cena íntima con todas las Mama Chicho y el teléfono del cirujano plástico de Berlusconi. Yo no voy.

martes, 10 de julio de 2012

Bankias

Que rabia me da ser un ciudadano raso, de los que no manejan conceptos de Alta Política ni Macroeconomía. Si fuera así, seguro que podía entender lo de Bankia. Sin embargo, no entiendo nada.
Resulta que todo era al revés de lo que nos habían contado los grandes estadistas, los gurús de la Economía.
El problema de las cajas, no se solucionaba juntándolas a todas, sino que lo que se conseguía era convertir problemas pequeños en un problema gordo. Supongo que tampoco ayudaba que todas ellas tuvieran directivos ineptos, que tras una brillante gestión dejando como legado un agujero de miles de millones de euros, recibían como premio a su excelente trabajo, una jubilación de 14.2 millones de euros.
Ya se sabe que cuando uno se jubila, hay que apretar el presupuesto y una ayudita nunca viene mal. Aunque esa ayudita la tenga que dar el Estado, o sea todos los contribuyentes, por que en la caja fuerte no queda ni un céntimo.
Yo creo que con haberles regalado un reloj bañado en oro o una placa con el lema “como gratitud a sus brillantes servicios, nunca le olvidaremos”, hubiera sido suficiente.
Porque parece que lo de pedirles responsabilidades penales no va a ser, como que está feo.
Por suerte contamos con una inestimable ayuda, nuestros representantes, los garantes de nuestros derechos, a los que votamos para que trabajen por el bien común: los políticos.
No entiendo que se tome esa postura tan fácil, tan demagógica con ellos de “todos los políticos son iguales”. Pues no, los hay aún peores.
Mi ignorancia me impide comprender como políticos de IU, la voz del pueblo, que claman contra el capitalismo feroz que nos somete, formaban parte de esos Consejos de Administración, en los que muchos admiten que cobraban por firmar papeles en plan “total, si esto no será nada importante”. 
El PSOE, martillo del gobierno, que han pedido explicaciones ante la gestión lamentable del PP, ya no quería una investigación parlamentaria cuando se supo entre los imputados había algunos compis.
Desde el propio gobierno, que tanto habló de corrupción (que la había) cuando estaba en la oposición, como salen en los papeles Rato y Acebes, ahora dicen “hombre, vamos a ver, no nos precipitemos, lo mismo pusieron un cero de más en la calculadora sin querer, que a todo el mundo le pasa”.
Sin olvidarme de los sindicalistas, los adalides de los trabajadores (de los parados tengo mis dudas), que también se pidieron sillones chulos de esos de los bancos, todos en los que pudieron sentarse, como en el juego de las sillas musicales, pero aquí nadie pierde, todos encuentran donde aposentarse y ya no se levantan, hasta que suena “¿Cómo están ustedeeeees?, Imputados!!!”.
Todos tienen señores con su carnet imputados y todos nos piden “compresión y paciencia”. Todos nos dicen que los malos son los demás, que ellos son los únicos que se preocupan por nosotros. Pero han dejado claro que tienen algo en común: solamente se preocupan por ellos mismos.
Eso pienso yo, pero seguro que me equivoco. Que pena ser tan ignorante.

martes, 26 de junio de 2012

Estamos de mudanza

Queridos lectores/as

Os comunico que a partir de ahora, la actividad irónico festiva desarrollada en este blog, se traslada a otro lugar   , una gente muy agradable que ha querido que colabore con ellos en su página web, haciendo exactamente lo mismo que aquí, así que para no duplicarme, Pensando en voz Alta, se muda.

Habrá mucho material nuevo y os encontraréis también muchos de los post que han nacido en este blog, para comprobar su aceptación en una plataforma con mayor difusión.

Espero seguir contando con todos vosotros, en estos seis meses me han hecho feliz vuestra constancia y vuestros comentarios, el apoyo que ha tenido este pequeño proyecto, que espero esté dando un pasito para hacerse mayor.

El cambio no me va a cambiar, seguiré siendo el mismo. Eso sí, cuando publiquéis un comentario en el nuevo blog, dirigíos a mí como Don Oscar o Excelso Bloguero.

Nos seguimos leyendo.

Abrazos y mil gracias

martes, 12 de junio de 2012

Tío Pepe

Aunque no tengo la camiseta de España (ni siquiera en estos días que se ven tantas por las calles y espero que se sigan viendo pase lo que pase en el campeonato), ni la bandera en una armario para ponerla en mi ventana si volvemos a ganar la Eurocopa, siempre he sentido con orgullo mi condición de español, me emociona escuchar nuestro himno sin letra, sin que eso implique caminar con el brazo en alto cada 20 N.

Esa españolidad, sumado a mi status de madrileño de pura cepa, es la que me lleva a resistirme a la idea de ver desaparecer uno de nuestros símbolos más representativos, como es el cartel luminoso de Tío Pepe, del paisaje de la Puerta del Sol.

Con más razón, si lo hace para ser sustituido por la manzanita tecnológica, contra la que no tengo nada, en mi salón luzco con orgullo mi Mini Mac y miro altivamente a todo el que utiliza un PC. Seguro que la tienda de Apple que piensan abrir allí colma las expectativas de todos, incluidos los que no pensamos pasar la noche en la puerta para ser los primeros en entrar, que supone un soplo de aire fresco en nuestras vidas, pero esto de la globalización si no supone convivencia, sino fagocitación, no me gusta nada.

Ya esta bien de Teatros Häagen Dasz o Movistar, de estadios Allianz o Emirates, de salas Marco Aldany (no sabes si entras a ver un concierto o a que te perfilen las puntas), debemos conservar algunas referencias básicas de nuestra memoria vital, que nuestros recuerdos no huyan horrorizados al ver en que se han convertido los lugares en los que han permanecido tanto tiempo.

Cuando era pequeño, mi calle favorita de Madrid era la Gran Vía, por los cines. Podía pasearme arriba y abajo simplemente viendo las carteleras, sin tener que entrar a ver ninguna película, me parecía un sitio especial. Poco a poco, el Imperial, el Rex, el Palacio de la Música, desaparecieron para ser sustituidos por Stradivarius o H&M. Me alegra que haya más sitios donde comprar ropa y escuchar musica electrónica para sordos, pero no a cambio de los cines.

Entiendo todo eso del progreso, de la modernización, que está muy bien, pero creo que mirar solamente hacia adelante es tan equivocado como pasarse la vida mirando hacia atrás, pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor. De nuevo, el justo medio se antoja como la solución ideal, a la vez que la más compleja.

No soy un gran bebedor de vino, no tengo paladar para ello y sé que me pasa como con el mus, por más empeño que pongan mis seres queridos en que lo desarrollé, ya es tarde (como veis, uno puede sentirse español sin cumplir todos los tópicos), pero me dolería no volver a ver esa botella con su guitarra y sombrero andaluz.

domingo, 27 de mayo de 2012

Cosas de modas

El tema de las modas, lo que está "in" o "out", siempre me ha resultado muy complejo de entender.

Normalmente, estas cosas llegan de nuestros hermanos mayores, las gentes de EEUU, los primeros en ver con claridad que es lo que más nos conviene al resto.

Hace unos años, se extendió una práctica que no acabé de entender: el blanqueamiento de ano. No digo yo que no se merezca dicha parte un mantenimiento, una mejora, que esté lo más presentable posible, pero no veo hasta que punto esas mejoras cumplen con su propósito. Por ser una zona que tiende a estar oculta al resto de la gente (salvo en profesiones concretas, prostituta, actor/actriz porno, presentador o similar de Tele5), no serán muy numerosos los comentarios positivos o incluso las loas entusiastas que recibirá la persona que se aplique este tratamiento, a no ser que uno mismo se mire todos los días al espejo y se diga "pero que culo más blanco tengo, que maravilla". Es como comprarse un deportivo y tenerlo siempre en el garaje.

Hace poco me enteré de otra de esas modas, que precisamente parece va a sustituir a una ya existente. En los últimos 30 años, los padres del mundo han vivido preocupados por la dentadura de sus hijos. Como si fueran caballos de carreras, se han pasado años haciéndola revisar por especialistas, sudando para poder pagar correctores, brackets, endondoncias, todo porque la moda decía que debíamos tener unos dientes perfectos, alineados y deslumbrantes. Pues ahora, las grandes estrellas de Hollywood, a las que seguro que sus padres hicieron pasar por todos estos tratamientos, pagan grandes cantidades de dinero para que el mismo especialista que les dejó unos dientes impolutos, se los vuelva a separar. Todos esos años sufriendo chistes por tus "paletos", escuchando graciosas comparaciones con todo tipo de animales, y resulta que todos esos estúpidos se equivocaban, eras un moderno.

La moda que más me inquieta tiene que ver con la crisis. En su empeño por aumentar ventas, algunas compañías han decidido tirar del mejor comercial posible: el miedo. Si sois espectadores habituales del grupo de canales de la Sexta, seguro que habéis visto esos entrañables anuncios de empresas de seguridad, que venden sus sistemas recordándonos que vivimos en peligro constante, ayudados por rostros famosos de la televisión como Mario Picazo o Juan Ramón Lucas.

Tanto tiempo que la sociedad nos ha recordado a los nacidos a finales de los 70 que no habíamos hecho nada por el país, que somos una generación acomodada, que no quiere responsabilidades, solo vivir en casa de nuestros padres hasta jubilarnos, y ahora que a pesar de la situación del país, nos lanzamos a independizarnos, la tele nos dice que estamos en peligro. Si vives en un pisito, Juan Ramón te recuerda que no hay nada peor que vivir solo, porque si te pasa algo, nadie lo sabría, no te podrían ayudar, morirías de la forma más terrible, abandonado. Pero si compras el sistema de seguridad que anuncia, ese problema desaparecerá, con solo pulsar un botón. Mueres igualmente, pero al instante tus seres queridos lo sabrán, no tendrás que esperar a que el perro del vecino huela tu cadaver descompuesto y avisen a la policía. Y eso es un alivio, desde luego. Es un anuncio especialmente tranquilizador para todo el que tiene un familiar mayor que vive solo en su casa, te ayuda a dormir mejor por las noches.

Si optas por formar una familia, irte a disfrutar a las afueras de un adosado, con jardín para que jueguen los niños, Mario te recuerda que antes o después, una banda de ladrones entrará a robarte, destrozando tu hogar y probablemente sometiendo a terribles torturas a tu familia. Es lo normal, si te vas a vivir a un chalet, no puedes esperar vivir en paz, esa gente tiene que comer también y tú eres un objetivo demasiado goloso. Pero ese problema desaparecerá si contratas su servicio. Como si de un conjuro mágico de invulnerabilidad se tratara, colocar en la puerta de tu casa una pegatina y un aparatito, hará que los ladrones huyan despavoridos y nunca se atrevan a acercarse a tu fortaleza inexpugnable.

Yo pensaba ducharme esta tarde, pero antes voy a consultar las últimas tendencias, no sea que ya no esté de moda.

jueves, 24 de mayo de 2012

Servicios Mínimos

Reza la máxima sobre cualquier servicio público, que el cliente siempre tiene razón. Y todos los que exponemos algo para que lo vean los demás, nos convertimos en públicos, así que la  opinión de ese público deber ser siempre considerada.

Está claro que este blog ha dejado de ser interesante desde hace aproximadamente un mes, las visitas han ido cayendo al mismo ritmo que las acciones de Bankia. La diferencia es que yo no cuento con la ayuda del Estado y me he puesto en venta pero nadie ha querido privatizarme. Los comentarios han dejado de producirse, los "Me gusta" en Facebook se han convertido en un oasis en pleno desierto y los retuits han ido desapareciendo poco a poco.

Precisamente mis dos últimas entradas, que para mí son las mejores que he escrito en estos meses, han tenido 7 y 8 visitas cada una, lo que refleja que mis sensaciones y las vuestras, difieren.

No trato de darle ningún dramatismo a esto, porque no lo tiene. Sé que desde estas líneas he conseguido hacer reir, identificarse e indignarse con lo que pasa a nuestro alrededor a bastantes personas, es un balance más que positivo. Agradezco todas las visitas que ha recibido el blog, los comentarios, mis fieles seguidores.

Por ellos, esta aventura no se acaba, seguirá cumpliendo servicios mínimos y si en el futuro, el interés volviera, esa demanda sería debidamente respondida por mi parte.

Los dos objetivos con los que nació este blog, fueron contar las cosas que se me ocurren, alegran, irritan o indignan, compartir pensamientos y sentimientos y que la gente los leyera. El segundo no se ha cumplido, pero el primero sigue vigente y mientras sea así, este establecimiento permanecerá abierto para todo el que quiera entrar.

viernes, 18 de mayo de 2012

Oficios sin beneficio. Dictador

Sin duda el oficio más denostado hoy en día es el de dictador. Parece que a nadie le guste ya una figura que ha sido parte de la política internacional, con especial importancia en el último siglo.

Todo el mundo habla mal de estos personajes, incluso los políticos que antes salían en las fotos con ellos, visitando sus palacios, recibiendo sus regalos e incluso aceptando su dinero para financiar sus campañas políticas. Dicen que no se acuerdan de todo eso, que ellos cuando estuvieron fue solamente de paso, para recargar el móvil que se había quedado sin batería y eso de la pobreza del pueblo, la represión y los asesinatos que no les suena, pero ahora son unos señores malos, que existe todo eso y hay que acabar con ellos, por el bien de su pueblo y del petroleo.

Porque un dictador no cuenta con ayudas del Estado, no hay Universidades, ni siquiera un Grado medio para bastardos asesinos y represores, tienes que hacerte a ti mismo, desde pequeñito, aplastando a los más débiles, manipulando a los que te rodean, utilizando la violencia para conseguir lo que quieres. No basta con tener el talento, tienes que trabajar muy duro para escalar hasta la cima. Muchos son los que empiezan, pero por desgracia, muy pocos los que llegan.

Es decir que alguien es un dictador y darle mal nombre a ese país. Pasa mucho con Mohamed VI, un rey tan bueno con su pueblo y tan humilde, apenas tienes 6 o 7 castillitos y un par de yates de lujo, pero la gente se ha empeñado en que en Marruecos no hay una Monarquía, que es algo guay, sino una dictadura. Con lo maravilloso que es Marruecos, un país donde reciben a todo el mundo con los brazos abiertos, salvo si eres homosexual, mujer, saharaui, español, periodista o crees en la libertad de expresión, pero al resto los reciben encantados, especialmente si eres un fan de la Yihad y te gustan los cinturones de C-4.

Un dictador, realmente es un padre protector, con millones de hijos. Siempre velando por el bien de todos, dispuesto a sacrificarse por evitarles disgustos y problemas, que pierdan el tiempo con temas innecesarios como las elecciones, o los Derechos Humanos. Los padres modernos, cuando su hijo se porta mal, lo mandan al cuarto a pensar, como si eso sirviera para algo. Nosotros estuvimos casi 40 años en nuestro cuarto sin tener derecho a pensar, y mirad que bien nos ha ido. Y es que un padre siempre sabe lo que le conviene a sus hijos mejor que nadie.

Y lo divertidos que son todos ellos, auténticos showmen, como nuestro querido Chavez, un mago del humor  y la improvisación, llenando horas de televisión, con vocación servicio público, para ocupar el hueco dejado por las cadenas televisivas que se ha visto obligado a cerrar por su falta de patriotismo y su colaboración con la gran conspiración imperialista, respondiendo a las preguntas espontáneas y sinceras de su pueblo. Como perderse un mitin suyo, horas llenas de slogans caducos y populistas, alentado por una multitud enfervorecida. Aunque en esto el General no es muy original, le copió el modelo a otro gran comunicador, Hitler.

Posiblemente alguno pensaréis que este último párrafo no es políticamente correcto, teniendo en cuenta que no atraviesa por un buen estado de salud. Pero yo estoy convencido de su recuperación, porque el Señor siempre protege a los buenos.

Como sé que entre mis lectores hay gente de bien, por favor, difundid este post, para que entre todos trabajemos juntos por un futuro mejor, con menos libertad y más injusticia.

lunes, 14 de mayo de 2012

Oficios sin beneficio. Rey

Compruebo con profunda tristeza que oficios ancestrales, esenciales en la Historia de la Humanidad, algunos con siglos de antigüedad, de los que se transmiten de padres a hijos, están cayendo en el olvido y el descrédito. Me niego a que esto ocurra sin hacer nada por evitarlo, así que desde esta tribuna pienso defenderlos.

El primero del que quería hablar es el oficio de Rey. tan de actualidad en nuestro país con un desafortunado incidente en el extranjero, parece que se ha puesto en cuestión, su necesidad y especialmente su utilidad.

Quiero recordaros que ser Monarca no es fácil. Nadie te pregunta, cuando naces dicen "él será nuestro futuro soberano" y tienes que apechugar con eso, te guste o no. No te dan la opción, como a todos los niños de poder decir eso de "de mayor quiero ser médico para curar a toda mi familia" o "quiero ser profesor para enseñar a los niños que no saben". Claro que hoy en día es mejor no preguntar porque seguramente dirían cosas como "quiero ser vago como Kiko Rivera, estúpido como Belén Esteban o fulana como Nuria Bermudez, para tener dinero sin trabajar, que eso de la dignidad no sé que es".

Tampoco puedes elegir a tus amigos en el parque o en el patio del colegio. Te mandan a unos colegios muy exclusivos, algunos de ellos en el extranjero, rodeado de otros niños a los que sus papás también les han elegido futuros muy importantes (con los que es posible que más tarde te relacionen cuando aparezcan implicados en lío de malversaciones y fraudes). 

Como además de Jefe del Estado, tienes que ser el Jefe del Ejército, no te puedes hacer objetor de conciencia, te toca hacer más que la mili, porque tienes que aprenderte todos los ejércitos, Tierra, Mar y Aire, aunque te marees en el barco o te den miedo las alturas.
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No puedes vivir la experiencia deseada por cualquier persona de independizarte, pagar 300 mil euros por un espacioso e iluminado estudio de 30 metros cuadrados. Solamente te dejan cambiarte de la casa de tus padres a la casa del jardín, que normalmente suele tener unos 15 mil metros cuadrados, que sí que grande es, pero no le vas a dar tu toque personal a los 10 dormitorios, 12 baños, 4 salones y seis pistas de padel.

Por no hablar de no poder decir nada sobre la elección más importante de tu vida, tu pareja. Aunque ahora se ha relajado un poco más el tema y ya no es obligatorio casarse con una princesa virgen, difíciles de encontrar, por lo de ser princesa claro. Les han dado permiso para que se puedan casar con un abanico más amplio de personas (no con cualquiera), hasta mujeres separadas, aunque no todo el mundo lo vea bien, para representar esa opinión ya tenemos a Jaime Peñafiel desde su exilio en Tele5.

Y si tu familia tiene pequeños contratiempos, como cualquier otra familia, en tu caso, no se puede quedar en la familia, todo el mundo tiene que enterarse, lo que no debe ser nada agradable. Que todo el mundo tiene alguna hija difícil de colocar a la que todo el mundo se refiere como "elegante", un yerno despistado que sin querer colocan millones de euros en cuenta secretas de paraísos fiscales, desviados de una organización sin ánimo de lucro, u otro que es aficionado a pegar unos titiros y también a la caza.

Vamos que si yo pudiera elegir, lo mismo Kiko Rivera sí que me lo pedía, pero Rey, fijo que no.

viernes, 11 de mayo de 2012

Deprisa, deprisa


Es cierto que cada día vivimos más rápido, corriendo de un lado a otro, siempre llegamos tarde, da igual donde vayamos, especialmente en las grandes ciudades. Todos los que somos animales de ciudad, lo primero que apreciamos y valoramos cuando vamos de veraneo o fin de semana lejos de la gran ciudad, es la calma, poder desconectar, que se viva a otro ritmo, sin mirar el reloj cada 30 segundos.
Pero como en otras muchas cosas, Aristóteles tenía razón cuando defendía que la virtud se encuentra en el justo medio. Al igual que la prisa es negativa y lo dice alguien que hace años se hizo la promesa interior de que no volvería correr e incluso arriesgar su propia integridad física para coger un metro, autobús o para cruzar un semáforo como si en ello le fuera la vida, salvo que realmente le fuera la vida, tampoco es necesario vivir a cámara lenta, o al menos hacerlo sin provocar retenciones.
Porque es muy habitual, especialmente entre jubilados (mi mayor respeto a los jubilados entre los que se encuentra recién incorporado mi querido padre), la gente que cuando se aburre en casa, decide “ya que no tengo que hacer nada voy a bajar al banco o al supermercado a pasar la mañana”. Se convierten en habituales de cualquier establecimiento, en los animadores del cotarro, dando conversación a la persona que les atiende y convirtiendo cualquier gestión mínima en un proceso poblado de anécdotas de la mili, fotos de los nietos, consejos varios, mientras la cola de personas que esperan, normalmente formada por sujetos que sí tienen prisa, que les toca hacer esa gestión, no por hobby, sino por necesidad y que tienen que hacerla en ese momento, porque es la hora de comer y el resto del día no tiene más de 30 segundos libres, miran el reloj compulsivamente.
Todos debemos ser respetuosos con nuestros mayores, agradecerles los sacrificios que han hecho por nosotros, pero es inevitable sentir cierta irritación, cuando la persona que estaba delante de nosotros, después de más de media hora para comprar 100 gramos de queso y 150 de jamón york, se despide diciendo, “bueno, me voy, pero esta tarde vuelvo, que al final no he comprado nada”. Si disponen de tanto tiempo libre, de lo que me alegro, ya han trabajado bastante, ¿por qué no se buscan un pasatiempo, algo útil o que al menos no consista en atascar a los demás?.
Lo curioso, es que cuando les toca esperar, no suelen ser tan pacientes, incluso, en ocasiones hay que estar atento para que no te hagan un adelantamiento por el exterior a lo Fernando Alonso, en la cola del banco o en correos.
Sería simplemente un ejercicio de empatía, de ponerse en el lado del otro. O puede que tuviera una solución más sencilla: crear dos colas: la de “no llego, no llego” y la de “que mañana más agradable voy a pasarme en el banco hasta que empiece el Arguiñano”.

martes, 8 de mayo de 2012

Adicciones

Todos tenemos adicciones, aficiones que nos atrapan más de lo razonable, que ocupan más tiempo del que es aconsejable, aunque para nosotros ese tiempo sea siempre poco. Ya sea por los realities, los aparatitos, las redes sociales, Star Wars o el fútbol.

La mía es el consumo de pornografía. Ojo, pornografía decente, nada de contratar profesionales para tener sexo sucio sin amor (muy caras), solamente vídeos (nada de animales, ni menores, ni películas de Dinio y su hermano).

Pero no solamente implica el tiempo que inviertes en ver esos vídeos, sino que hay que sumarles el tiempo invertido en conseguirlos y descargarlos. Hace poco hice un cálculo aproximado y con la suma de horas invertidas en esta aficioncilla, podría haber aprendido 2 idiomas a nivel bilingüe, sacar 3 Master Advanced Class o convertirme en un experto en marquetería. Posiblemente el uso que le he dado al tiempo, no ha sido el más adecuado.

Sé que la mayoría lo entenderéis, no es por que esté podrido por dentro, por una falta absoluta de moral, es una simple necesidad fisiológica, un tratar de llenar un vacío emocional y físico también, una tarea tan imposible como mantener lleno un cubo con un agujero en el fondo, por mucha agua que eches, antes o después, acabará por vaciarse. 

No soy uno de esos consumidores de escenas sueltas, yo me implico con las historias, veo películas completas, para conocer la motivación de los personajes, el argumento, la historia y su final. Por desgracia, mi bajo nivel de inglés dificulta esta labor bastante.

Para los que estáis moviendo la cabeza en gesto de reprobación por mi vicio, solamente puedo decir que me alegro de que vosotros disfrutéis de una vida emocional plena en todos los sentidos y no necesitéis recurrir a suplementos, pero estoy seguro que en algún momento también habéis sido consumidores, por necesidad, no por gusto claro.

Como decía al inicio, admito mi falta, mi adicción, de hecho, llevo casi una hora intentando escribir este post, no porque me falten las palabras, sino porque estoy distraído con una descarga nueva, "Colegialas lesbianas" (sigue sin haber menores, igual que en "Al salir de clase" son actores de 30 años interpretando a adolescentes, aún así son totalmente creíbles, es la magia del cine).

Os dejo que ya va por el 98% de descarga. Queredme como soy o al menos no me escupáis si os cruzáis conmigo.

sábado, 5 de mayo de 2012

Como hemos cambiado


El tiempo pasa para todos, más deprisa de lo que a la mayoría nos gustaría, pero eso no tiene porque ser algo negativo, normalmente los cambios son positivos, aunque algunos cuesta asumirlos más que otros.
Como primer gran cambio más universal,  suele entenderse emanciparse, comprarse un piso o según están las cosas, vivir de alquiler, dar el primer paso fuera de los brazos protectores de papá y mamá (aunque no te vayas muy lejos de esos brazos protectores que siempre estarán para prepararte comida de verdad, casera, no de esa directa del congelador o de un señor en moto, o para arreglarte esa lámpara o ese armario de la cocina).
Casarse o la opción cada vez más generalizada de vivir juntos (que daño están haciendo los Institutos Públicos con su mensaje nihilista modernito, olvidando los valores de siempre, suerte que aún hay padres juiciosos que optan por los colegios de pago y más que habrá, a partir de ahora gracias a los benditos recortes), supone un paso de afirmación del compromiso. Compartir no solamente tu vida, sino un espacio con otra persona, con todo lo que ello implica, aceptación del otro en toda su plenitud, con sus costumbres, sus pequeñas manías, sus manías no tan pequeñas y bastante irritantes, sus amigos o amigas solteros, que olvidan que aquella no es su segunda residencia, que deberían tener una vida propia, que muchas veces tres son multitud, una multitud molesta. Todo ello supone una prueba bellísima de lo que implica el amor, la vida en pareja, prueba que a veces requiere un gran sentido de la paciencia y la empatía (como he mencionado este término más veces, lo explico brevemente, para que se note que yo si he ido a un colegio de pago, supone entender al otro, ponerse en su lugar, aunque haya “otros” a los que no hay quien los entienda).
Pero ser padre es el gran cambio, el giro de 180 º que pone la vida del revés, un cambio de escenario donde ya no eres el actor principal, sino un secundario, con peso en el argumento pero secundario. Los Leo Dicaprio y Scarlett Johansson, ya no sois vosotros, sino esos seres pequeños y maravillosos, que ocupan vuestro tiempo y os llenarán de alegrías y algunas preocupaciones también, el resto de vuestra vida. Porque ser padre es un trabajo vitalicio, no hay jubilación posible, el que lo acepta, conoce las condiciones laborales.
Suele ser un cambio gradual, con la primera pareja que decide dar el paso, paso que poco a poco irán siguiendo el resto, en ocasiones de manera escalonada y otras veces en forma de Gripe A altamente contagiosa, que hace que de repente te veas rodeado de mujeres embarazadas y padres con cara de “aún no me lo creo, lo mismo son gases que ya le digo yo que toma mucha Coca Cola”.
Y llega el día en que te das cuenta que el cambio ha llegado. Ese mismo día que un escenario no cambia de decorado, pero si de significado. Ese lugar de celebración, de fiesta, alcohol y demás sustancias, deja de esta cubierto de bolsas de patatas abiertas, ceniceros llenos de colillas, botellas de ron y sandwichs de jamón y queso. Su lugar lo han ocupado los carritos, las bolsas de pañales y los sonajeros. Frases como “ponme un pelotazo” o “que rule ese porrito”, son sustituidas por “coge al niño un momento” o “¿podéis calentarme el potito?”.
Creo que más que cambiar, evolucionamos, incluso los que somos figurantes o actores de carácter con un papel menor en esta nueva película. No nos llevamos los premios, ni los elogios de la crítica, pero disfrutamos de la historia desde la distancia, una historia que merece la pena ser contada y vivida.

viernes, 4 de mayo de 2012

Semos ecológicos


En este mundo moderno, la mayoría (o eso quiero creer), estamos concienciados de que debemos cambiar algunos malos hábitos, para que el mundo que nuestra generación deje a sus hijos, en mi caso a mis sobrinos, no sea un solar.
Sin duda, uno de los elementos fundamentales es cuidar el Medio Ambiente. Ya que no tiene pinta de que vayamos a mejorarlo, al menos mantenerlo como está ahora, con algún pequeño rincón donde sea posible respirar aire puro, sin coches, aviones y plantas petrolíferas.
Y algo en lo que todos podemos ayudar, poner nuestro granito de arena, donde cada persona cuenta, sin importar su clase o credo, donde una persona es importante, (se me han acabado los tópicos, sin se os ocurren más me los podéis mandar), es en el tema del reciclaje.
Pero aunque es algo que parece bastante aceptado, desde hace unos años, todos somos recicladores activos (a nuestros papás les ha costado algo más hacerse a la idea, algunos incluso hoy se resisten, para que digan que los hijos no pueden enseñar nada a sus padres), es un proceso más complejo de lo que parecía cuando nos lo explicaron.
Posiblemente sea porque los que nos lo explicaron tampoco tenían los conceptos muy claros y dejaron bastantes lagunas. Yo admito que hasta hace poco no era un buen reciclador, pero no por desgana, sino por ignorancia. Era feliz pensando que cumplía con mi deber de ciudadano ecológico, cuando no era así.
Por suerte, desde que me relaciono con personas cualificadas en estos temas, con titulación, y como sé que de vez en cuando se asoman a esta ventana, debo decir que gracias a ellas, he aprendido muchas cosas que desconocía.
He corregido por ejemplo uno de los errores más habituales, el tema de los envoltorios de comida rápida en general. Seguro que si hiciera una encuesta rápida, la respuesta mayoritaria y convencida sería, “¡donde se va a tirar, al cartón, está clarísimo¡”.
Pues no, error, porque todos esos cartones acaban tomando parte de las sustancias que transportan, especialmente porque suelen viajar en moto y siempre llegan un poco agitados, es casi inevitable que un champiñón o un trocito de ternera, acaben fuera de su sitio natural. Además debemos decir, que salvo excepciones, todos estos alimentos se caracterizan por una cantidad razonable de grasa (creo que existen las hamburguesas de tofu, muy sanas, pero nunca he visto un tofu, no sé ni donde viven), que también acaba impregnando todo el cartón. Si como yo, pensabais que todo eso iba al cartón, mal hecho, rectificad y a partir de mañana, al orgánico. El otro día, al bajar la basura, coincidí con un vecino, un chico de mi edad, que me miró extrañado al ver que echaba los envases de plástico de pizzas al orgánico, asombrado, me dijo “¿eso no va allí?”, señalando al cubo amarillo. Entonces le expliqué la diferencia. Hubierais estado orgullosas de mí, chicas.
El problema es que las dudas se multiplican, con temas aún más complejos, ¿qué hacemos con los yogures, tenemos que rebañarlos con pan para dejarlos limpios o lavarlos antes de tirarlos para eliminar partículas orgánicas, es necesario pasarlos antes por el lavavajillas?, ¿los trapos viejos, con pelusas, dónde van, son orgánicos, híbridos, no hay sitio para ellos?, ¿si envolvemos un bocadillo de panceta con el Marca, donde va después el periódico (porque la panceta está claro donde acaba)?.
Así que amigos, ante la duda, consultad al experto más cercano, pero uno que sepa de verdad de lo que habla (excluidos contertulios, colaboradores de Sálvame y Directores generales), para no acostaros con cargo de conciencia pensando que no habéis cumplido con vuestra responsabilidad ecológica.

lunes, 30 de abril de 2012

¡Cuéntate un chiste!

Uno de esos debates en los que no hay una opinión mayoritaría, se refiere a la interpretación, ¿qué es más difícil, hacer reír o llorar?

Nunca he hecho llorar a nadie (al menos de forma intencionada), así que solamente puedo dar mi opinión desde el otro lado, el del humor. Con un matiz, no sé qué etiqueta, si alguna es válida, podría aplicarse a lo que hago: monólogos. No soy actor, eso lo tengo claro, y no lo seré. No tengo claro si existe diferencia entre cómico y humorista, supongo que andaré en esos territorios. Y hacer reír me parece muy complicado.

Creo que el humor es un concepto absolutamente subjetivo, distinto para cada persona. En mi opinión tiene límites, no todo vale para convertirlo en humorístico, pero es un criterio absolutamente personal, nunca intentaría aplicar mis límites a nadie más, ni decidir qué es humor y qué no lo es. Únicamente, como público, decido que es lo que me gusta y lo que no me gusta.

También es conveniente recordar que el humor ha evolucionado en los últimos 30 años, hay modelos que son válidos, pero algo caducos sino se refrescan. Pero para el público aún permanecen esos esquemas mentales que a veces no facilitan tu labor. Hace un tiempo, actué en un pueblo cercano a Segovia en fiestas, montaron un escenario en la Plaza del Pueblo. Había público de todas las edades y los más mayores se acercaban sin tener muy claro que escucharían. Poco antes de empezar, una de estas personas, cerca de mí, le preguntó a otra de unos 50 años, que era lo que aquel señor hacía y esta le respondió "es un monologuista, de esos que cuentan chistes". He escuchado durante años en el coche de mis padres cintas de Arévalo y me gustaría pensar que lo que hago, es otra cosa,  no arte y ensayo, pero sí un poco más elaborada.

Y un monólogo, es muy exigente. Es un examen oral, con muchos profesores, durante media hora, con un test cada 30 segundos y la única respuesta válida es la risa del Tribunal, si no lo consigues, suspendes. Esa situación genera una gran tensión en la persona que debe defender su texto, que a él le parecía ingenioso o al menos divertido, pero eso no vale de nada, si el público no es de la misma opinión.

Por ello, cada uno traza su camino para conseguir el objetivo y todos esos caminos son respetables, estando o no de acuerdo con ellos.

Además, hay que tener en cuenta, que el humor no tiene en cuenta el estado anímico del humorista. Si tu pareja acaba de dejarte por otra mujer, te han sacado las 4 muelas del juicio sin anestesia o el Madrid acaba de perder una oportunidad única de conseguir La Décima gracias al planteamiento especulador de su entrenador (como se percibe, el fútbol no me interesa nada), no importa, debes subirte al escenario para hacer reír.

En mi caso no tengo queja, disfruto de un público fiel y sincero, igual de creíble cuando me dicen que les ha gustado mucho, que cuando no les gusta. Te dan ánimos, calor cuando estás subido en el escenario (que puede ser un sitio maravilloso o un potro de tortura) y su visión desde fuera cuando te bajas. Es muy importante, muchas veces ellos son los que me dan un empujón en un mal día o nuevas ideas.

Creo que este texto me ha quedado algo panfletario, y no era mi intención soltar un sermón, así que lo acabo rápido. Solamente quería haceros ver que detrás de una actuación de 30 minutos, hay más trabajo (los monólogos no surgen por generación espontánea, no se escriben solos, ni en 5 minutos) y tensión, de la que normalmente se percibe desde las butacas.

Así que damas y caballeros, disfruten del espectáculo y por favor, apaguen sus teléfonos móviles (los Smartphone también o pónganlos en silencio, please)

sábado, 28 de abril de 2012

Preguntas Universales, respuestas insuficientes

Seguro que no soy el único al que le surgen multitud de preguntas a las que no es capaz de encontrar respuesta, o la que encuentra no le sirve y se queda con esa sensación de duda tan molesta. Al menos es mi caso, así que me gustaría iros planteando algunas de ellas, compartirlas con vosotros y si podéis aportarme respuestas más válidas que las mías os lo agradecería mucho.

¿Por qué lo llaman "abrefácil", si todos sabemos que el tío que lo inventó, le puso de nombre "te vas a cagar"?.

El "abrefácil" es una de esas cosas que no existían cuando eramos pequeños (al menos algunos, los que ya pasamos de los 30), que nos ha traído "el progreso", que nos hacen mejores, más evolucionados, como Tuenti, el Actimel, los Smartphones o el TDT, y aún así éramos felices, me atrevería incluso a decir que más felices.

Aunque no se sabe el nombre del inventor, al menos la Wikipedia no tiene esa información, así que para mí no existe, lo que está claro, es que es obra de un hombre. Y no es un hombre cualquiera, la unidad de Análisis de Conducta del FBI en Cuántico, ha elaborado un perfil completo sobre este tipo de sujetos.


El Suddes (Sujeto Desconocido), es un adulto, entre 30-35 años, cuya adolescencia se limitó a ver como los demás dedicaban los fines de semana a salir y copular con las mujeres de su edad (y en casos de mucha suerte con "mujeres mayores" de más de 20), mientras él dedicaba todo ese tiempo a encerrarse en casa, debido a su carencia de sociabilidad, convirtiéndose en uno de los mayores expertos mundiales en programación, cine mudo o música de los 60. Estos conocimientos no mejoraron su situación social, sino todo lo contrario, le convirtieron en un "friki", lo que conllevó las burlas, en muchas ocasiones crueles de sus compañeros, que no sabían nada de F.W. Murnau y el Expresionismo alemán.


Ese aislamiento se acentuó con el paso de los años, con lo que el Suddes fue generando un rechazo radical a cualquier forma de contacto con otras personas, lo que le llevó a dedicarse por completo a su formación, de carácter científico, convirtiéndose en una auténtica eminencia.


En ese momento, consciente de su poder, decidió vengarse de todos esos abusos, enfocando su ira en el conjunto de la humanidad. Puso en marcha su plan, en su guarida criminal, su cuarto en casa de sus padres, decorado a escala como la sala central del Halcón Milenario, mientras sonaba su lista de Spotify "Mis 50 mejores canciones para vengarse".


Tras un criba, se quedó con 3 ideas malignas: Construir una Superbomba, crear Tele5 o inventar el "abrefácil". La de Tele5 la descartó, otro Supervillano, Berlusconi el Putero, se le adelantó. Solamente le quedaban 2. ¿Cual sería la que podría generar mayor sufrimiento a escala mundial?. Eligió el "abrefácil" y para nuestra desgracia, acertó.


Desde ese momento, a diario, millones de personas sufren en todo el mundo su malvado plan, luchando sin éxito con latas, bricks y envases de pizzas, maldiciendo a su inventor.


Si esta idea os parece interesante, iré publicando más preguntas.


lunes, 23 de abril de 2012

Para qué es realmente útil un móvil


Aunque todos hemos escuchado mil veces las maravillas de los teléfonos móviles, cada día mayores gracias a las nuevas generaciones que nos acercan un mundo perfecto de comunicación entre las personas, nadie habla de los usos realmente prácticos de estos aparatos, sean del tipo que sean. Porque lo que mucha gente desconoce, es que su mayor utilidad, nos la proporcionan incluso cuando están apagados.
Un móvil es el elemento perfecto de evasión ante cualquier situación social comprometida, la única manera de escapar de una de ellas sin quedar mal ante los demás.
Todos nos hemos encontrado con el ataque por sorpresa de esa especie tan peligrosa y traicionera como son los promotores callejeros, siempre al acecho, en cualquier parte de la ciudad, dispuesto a vendernos cualquier cosa, sin preguntar si la necesitamos o no. Desde telefonía, seguros, libros, hasta los más delicados, las ONGS, a los que resulta mucho más difícil y embarazoso darles esquinazo.
A campo abierto, es más fácil verlos venir, anticiparse a sus movimientos, cambiar de acera, cruzar un semáforo en verde o entrar a un supermercado. Pero se adaptan y nos buscan en superficies comerciales, llenas de columnas donde ocultarse o en estaciones de metro, laberintos repletos de curvas y recovecos donde poder atacarnos por sorpresa y arrinconarnos contra una pared.
Ya sé que hay métodos clásico para intentar zafarse, recurrir a frases como “lo siento, llevo prisa”, “ya lo tengo contratado” o en los casos más desesperados, cuando nos vemos atrapados, dar datos falsos para la ficha de cliente, lo que conlleva su riesgo, los promotores no se fían de sus víctimas y tratan de comprobar si les mentimos con argucias como “dime tu número para hacerte una perdida ahora mismo y así puedes memorizar el mío”. Además, hay que tener en cuenta que mentir a otra persona mirándola a los ojos, aunque sea un desconocido, nos suele dejar un poso de culpabilidad.
Pues para evitar todos estos problemas, está nuestro amigo el móvil. No importa que esté encendido o apagado, si uno de estos elementos se nos acerca, no tenemos más que ponerlo en nuestro oído y simular una conversación hasta que hemos conseguido huir. Sirve igualmente por la calle, como en el metro, donde gracias al trabajo encomiable de nuestros gestores políticos, podemos contar con la cobertura necesaria para servirnos de coartada, algo que hace unos años era imposible, para que la gente hable mal de ellos.
Es efectivo en cualquier lugar, puede ser de uso instantáneo si nos abordan por sorpresa y permite no tener que mentir a nadie, ni siquiera mirar a los ojos al promotor ávido de comisiones, mientras lo dejamos atrás.
Igualmente es aplicable a cualquier pedidor de dinero que se aproxime mientras paseamos por la calle, conducimos en coche o esperamos al autobús. En vez del “no llevo suelto”, mientras la calderilla suena en nuestros bolsillos al alejarnos, una buena falsa llamada, surte el mismo efecto y elimina la mala conciencia.
Amigos, en vez de tanto darle al dedito todo el día en el móvil, de calcular la trayectoria elíptica de los planetas, consultar el correo o decir a todo el mundo donde estáis comiendo, hacedme caso y dadle un buen uso.

martes, 17 de abril de 2012

Plagas

Como sé que muchos de los que me seguís, sois ateos practicantes, tranquilos, no pienso soltaros ninguna parábola sobre plagas bíblicas. Además las que voy a mencionar, son mucho más aterradoras y selectivas, no caen sobre todo un país o una ciudad, sino sobre grupos de personas concretos.

Si eres soltero y tienes más de 30, todo el año es Primavera. Por todos sitios encuentras parejas felices y enamoradas, paseando cogidos de la mano, como en uno de esos anuncios clásicos de colonia (de los que ya no se hacen, una pareja normal, corriendo por la playa en actitud romántica, ahora son un tío y una tía superbuenos con muy poca ropa, en actitud lasciva, viéndolo te da la impresión que más que un anuncio de colonia, parece un anuncio de preservativos).

En cualquier lugar, te persiguen, da igual donde te escondas (parques, supermercados, cines, restaurantes, locales de striptease), ellos te encontrarán para recordarte su inmensa felicidad y tu trágica soledad, con una amplia sonrisa, miradas cómplices y besos de película.

Ese pobre soltero tendrá que verse acosado por familiares, amigos y gente a la que quiere, todos ellos se acercarán con cara de preocupación, le miraran fijamente y le dirán "como no espabiles vas a ser el único soltero del grupo, que todos tus amigos están ya salvados, que pena hijo".

Piensas que cuando te enamoras y pasas finalmente por la Iglesia (o el juzgado), ya estás a salvo, error. Porque entonces empiezas a ver parejas embarazadas allá donde mires. Amigos, enemigos, compañeros de la Facultad, del trabajo, familiares, todos se quedan embarazados (en el S XXI, los embarazos no son femeninos, sino de la pareja, solo hay que mirar a algunos futuros padres para confirmarlo, hay datados algunos casos de hombres que han sido llevados al paritorio por confusión ante su diámetro abdominal).

Cada vez que te llama alguien del que hace tiempo que no sabías nada y lo primero que dice es "tengo que contarte una novedad", no falla, está embarazada. Y la pareja, que ha decidido tomarse un tiempo antes de ser papas, para disfrutar de la vida en pareja un ratito, empiezan a sentirse cercados, rodeados de gente que les repite una y otra vez "bueno, vosotros sois los siguientes, ¿no?" "ya os toca a vosotros". Como si el día de tu boda el sacerdote te diera un papelito y te dijera "el 3112, os toca ser padres en un período de  12 a 16 meses más o menos, depende de la prisa que se den los que tenéis delante", como si fuera la inscripción en una cooperativa.

Si estáis en esa situación queridas parejas y pensáis que ser padres acabará con la persecución, os volveréis a equivocar. El mismo día que nazca vuestro primer hijo, aún con la madre recuperándose de 14 horas de parto para sacar a una ricura de 4.800 kg, y el padre empezando a ser consciente de que ya es de verdad, lo primero que tendrán que oír de todos los que les visiten, será "bueno, ya mismo a por la parejita, ¿no?.

Así que pienso que lo mejor, para no vivir angustiado, es tomárselo con calma, disfrutar de cada día sin ponerse plazos y comprarse un antiplagas.

sábado, 14 de abril de 2012

Estupidez

Si alguno de vosotros necesita realizar un trabajo de campo psicológico sobre la estupidez humana, os recomiendo que utilicéis como contexto de estudio un recinto deportivo, lo más lleno posible, a lo largo de un partido. Creo que pocos lugares ofrecen tanta diversidad.

Si llevas a un niño de 4 o 5 años a un partido, solamente porque te han regalado las entradas, ya que a ti, padre o madre del niño no te interesa ese partido, pretenderás que ese niño esté durante al menos una hora y media sentado, sin moverse ni molestarte. por supuesto el niño a los 10 minutos, se aburrirá, se cansará, empezará a decir que quiere irse a casa, que tiene pis, sed, a saltar, subir y bajar por las escaleras, pasando siempre por delante de gente que intenta ver el partido y a molestarte no a ti, querido padre o madre, sino a la persona del asiento de al lado que paga un abono, porque sí le interesa el partido y cada 15 días asiste para disfrutar o sufrir con su equipo, pero le gusta hacerlo sin que le incordien. por cierto lo más molesto es escucharte gritar durante todo el partido a ese niño "!deja de molestar al señor¡". El niño se comporta de una forma lógica a su edad, la persona que demuestra una falta absoluta de sentido común eres tú.

Si me regalaran unas entradas para ver un musical de 4 horas, lo que haría con ellas sería, dárselas a alguien a quien le gusten los musicales, porque de ir yo, el resultado final sería que me aburriría terriblemente y podría molestar a los demás. Se llama empatía, difícil de encontrar en los niños, algo normal, pero cada vez más difícil de encontrar en los adultos, algo bastante triste.

Si en casa te molesta tu hijo y decides que la mejor solución es que pueda molestar a más gente desconocida, tienes parques y centros comerciales, donde al menos podrán jugar o entretenerse.

También tenemos a los que llegan cuando está acabando el primer tiempo y se van cuando quedan 10 minutos para el final, lo que demuestra un desconocimiento de los horarios o simplemente que lo que está pasando en el campo les da igual, lo más seguro es que ni siquiera sepan que equipos juegan. Pero eso no impide que pasen por delante de los que están viendo el partido e incluso estén varios minutos parados delante de ellos sin dejar ver, ya que tienen que decidir donde sentarse, porque sorprendentemente quedan pocos sitios libres. La gente que se toma la molestia de estar en el campo 15 minutos antes del principio no lo hace porque se aburra en casa, sino para poder ver el partido completo, además de no molestar a los demás.

Otra cosa que me gustaría comentar, es que cualquier recinto deportivo, hoy en día tiene localidades de asiento, es decir que el público puede disfrutar el partido cómodamente sin perder por ello visibilidad, así que para todos aquellos que en cada jugada de peligro o polémica se ponen de pie, decirles, que no se ve mejor, ni se meten más goles, lo único que consiguen es molestar a la gente que tienen detrás.

Por último, mencionar a todos esos que van con la camiseta del equipo local, pero que no se dedican a ver el partido, sino a insultar, gritar e incluso actuar de forma violenta. Esos no son hinchas, son salvajes que utilizan una camiseta como excusa. Ninguna bellísima persona, amante de los animales, tolerante y educado, se transforma en un patán violento cuando entra en un estadio. Todos esos, vienen ya violentos de casa.

Estas observaciones son aplicables en cualquier deporte (aunque habitualmente se atribuyen al fútbol), porque la estupidez no reside en el deporte, sino en la persona.