viernes, 18 de mayo de 2012

Oficios sin beneficio. Dictador

Sin duda el oficio más denostado hoy en día es el de dictador. Parece que a nadie le guste ya una figura que ha sido parte de la política internacional, con especial importancia en el último siglo.

Todo el mundo habla mal de estos personajes, incluso los políticos que antes salían en las fotos con ellos, visitando sus palacios, recibiendo sus regalos e incluso aceptando su dinero para financiar sus campañas políticas. Dicen que no se acuerdan de todo eso, que ellos cuando estuvieron fue solamente de paso, para recargar el móvil que se había quedado sin batería y eso de la pobreza del pueblo, la represión y los asesinatos que no les suena, pero ahora son unos señores malos, que existe todo eso y hay que acabar con ellos, por el bien de su pueblo y del petroleo.

Porque un dictador no cuenta con ayudas del Estado, no hay Universidades, ni siquiera un Grado medio para bastardos asesinos y represores, tienes que hacerte a ti mismo, desde pequeñito, aplastando a los más débiles, manipulando a los que te rodean, utilizando la violencia para conseguir lo que quieres. No basta con tener el talento, tienes que trabajar muy duro para escalar hasta la cima. Muchos son los que empiezan, pero por desgracia, muy pocos los que llegan.

Es decir que alguien es un dictador y darle mal nombre a ese país. Pasa mucho con Mohamed VI, un rey tan bueno con su pueblo y tan humilde, apenas tienes 6 o 7 castillitos y un par de yates de lujo, pero la gente se ha empeñado en que en Marruecos no hay una Monarquía, que es algo guay, sino una dictadura. Con lo maravilloso que es Marruecos, un país donde reciben a todo el mundo con los brazos abiertos, salvo si eres homosexual, mujer, saharaui, español, periodista o crees en la libertad de expresión, pero al resto los reciben encantados, especialmente si eres un fan de la Yihad y te gustan los cinturones de C-4.

Un dictador, realmente es un padre protector, con millones de hijos. Siempre velando por el bien de todos, dispuesto a sacrificarse por evitarles disgustos y problemas, que pierdan el tiempo con temas innecesarios como las elecciones, o los Derechos Humanos. Los padres modernos, cuando su hijo se porta mal, lo mandan al cuarto a pensar, como si eso sirviera para algo. Nosotros estuvimos casi 40 años en nuestro cuarto sin tener derecho a pensar, y mirad que bien nos ha ido. Y es que un padre siempre sabe lo que le conviene a sus hijos mejor que nadie.

Y lo divertidos que son todos ellos, auténticos showmen, como nuestro querido Chavez, un mago del humor  y la improvisación, llenando horas de televisión, con vocación servicio público, para ocupar el hueco dejado por las cadenas televisivas que se ha visto obligado a cerrar por su falta de patriotismo y su colaboración con la gran conspiración imperialista, respondiendo a las preguntas espontáneas y sinceras de su pueblo. Como perderse un mitin suyo, horas llenas de slogans caducos y populistas, alentado por una multitud enfervorecida. Aunque en esto el General no es muy original, le copió el modelo a otro gran comunicador, Hitler.

Posiblemente alguno pensaréis que este último párrafo no es políticamente correcto, teniendo en cuenta que no atraviesa por un buen estado de salud. Pero yo estoy convencido de su recuperación, porque el Señor siempre protege a los buenos.

Como sé que entre mis lectores hay gente de bien, por favor, difundid este post, para que entre todos trabajemos juntos por un futuro mejor, con menos libertad y más injusticia.

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