sábado, 14 de abril de 2012

Estupidez

Si alguno de vosotros necesita realizar un trabajo de campo psicológico sobre la estupidez humana, os recomiendo que utilicéis como contexto de estudio un recinto deportivo, lo más lleno posible, a lo largo de un partido. Creo que pocos lugares ofrecen tanta diversidad.

Si llevas a un niño de 4 o 5 años a un partido, solamente porque te han regalado las entradas, ya que a ti, padre o madre del niño no te interesa ese partido, pretenderás que ese niño esté durante al menos una hora y media sentado, sin moverse ni molestarte. por supuesto el niño a los 10 minutos, se aburrirá, se cansará, empezará a decir que quiere irse a casa, que tiene pis, sed, a saltar, subir y bajar por las escaleras, pasando siempre por delante de gente que intenta ver el partido y a molestarte no a ti, querido padre o madre, sino a la persona del asiento de al lado que paga un abono, porque sí le interesa el partido y cada 15 días asiste para disfrutar o sufrir con su equipo, pero le gusta hacerlo sin que le incordien. por cierto lo más molesto es escucharte gritar durante todo el partido a ese niño "!deja de molestar al señor¡". El niño se comporta de una forma lógica a su edad, la persona que demuestra una falta absoluta de sentido común eres tú.

Si me regalaran unas entradas para ver un musical de 4 horas, lo que haría con ellas sería, dárselas a alguien a quien le gusten los musicales, porque de ir yo, el resultado final sería que me aburriría terriblemente y podría molestar a los demás. Se llama empatía, difícil de encontrar en los niños, algo normal, pero cada vez más difícil de encontrar en los adultos, algo bastante triste.

Si en casa te molesta tu hijo y decides que la mejor solución es que pueda molestar a más gente desconocida, tienes parques y centros comerciales, donde al menos podrán jugar o entretenerse.

También tenemos a los que llegan cuando está acabando el primer tiempo y se van cuando quedan 10 minutos para el final, lo que demuestra un desconocimiento de los horarios o simplemente que lo que está pasando en el campo les da igual, lo más seguro es que ni siquiera sepan que equipos juegan. Pero eso no impide que pasen por delante de los que están viendo el partido e incluso estén varios minutos parados delante de ellos sin dejar ver, ya que tienen que decidir donde sentarse, porque sorprendentemente quedan pocos sitios libres. La gente que se toma la molestia de estar en el campo 15 minutos antes del principio no lo hace porque se aburra en casa, sino para poder ver el partido completo, además de no molestar a los demás.

Otra cosa que me gustaría comentar, es que cualquier recinto deportivo, hoy en día tiene localidades de asiento, es decir que el público puede disfrutar el partido cómodamente sin perder por ello visibilidad, así que para todos aquellos que en cada jugada de peligro o polémica se ponen de pie, decirles, que no se ve mejor, ni se meten más goles, lo único que consiguen es molestar a la gente que tienen detrás.

Por último, mencionar a todos esos que van con la camiseta del equipo local, pero que no se dedican a ver el partido, sino a insultar, gritar e incluso actuar de forma violenta. Esos no son hinchas, son salvajes que utilizan una camiseta como excusa. Ninguna bellísima persona, amante de los animales, tolerante y educado, se transforma en un patán violento cuando entra en un estadio. Todos esos, vienen ya violentos de casa.

Estas observaciones son aplicables en cualquier deporte (aunque habitualmente se atribuyen al fútbol), porque la estupidez no reside en el deporte, sino en la persona.

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